¡Hola pirineísta! Una semana más por aquí.Comenzamos reflexivos porque aunque uno aún sea joven y en lo posible intente vivir haciendo lo que le gusta, los años van pasando y nadie quiere echar la vista atrás el día de mañana y lamentarse de aquello que dejó por hacer.Tal vez sea la crisis de los cuarenta o simplemente que a veces hay que saber parar, apartarse de la senda y mirar la vida con perspectiva. Pensar detenidamente en aquello que nos hace felices, escribirlo en un papel si eso nos ayuda y hacer que eso sea lo que marque nuestro camino a seguir. Al final, lo material nunca ha sido protagonista de nuestra felicidad en el pasado y tampoco lo será en el futuro. En cambio, las vivencias, los momentos compartidos con amigos y seres queridos, o la soledad buscada a lo largo de un gran viaje, eso queda para siempre con nosotros. Amén.Entrando en materia, quizás algo de todo lo anterior rondaba por la cabeza de Francesc, el protagonista del primer artículo de esta semana, quien decidió a la bonita edad de 70 años cumplir su sueño de atravesar los Pirineos de Mar a Mar.Además, con muchos de vosotros en visperas de coger las vacaciones de verano, os traemos un segundo artículo en el que os damos varias razones de porque viajar en camper mola tanto, una alternativa con cada vez más adeptos. Por si alguno de vosotros es de esos que aún no está convencido.Y como siempre, nuestro habitual reto de cada semana en el que os pedimos averiguar un lugar de los Pirineos y dos de los relatos que nos enviastéis en el concurso "Relatos de Altura". Esta semana es el turno de César Chaparro Giménez con "Mi rincón favorito" y de Santiago Ceña Molares con "Más días que longanizas".Abrazos,—Enrique López Mondragón¿Crees que este boletín que te enviamos cada semana puede gustarle a algún amigx? Por qué no nos ayudas a compartirlo. Aquí tienes el link o en Twitter o Facebook;-)